Técnicas de respiración para relajarse

La vida que llevamos hoy en pleno siglo veintiuno con tantas cosas y actividades a desempeñar, en ocasiones implica ciertos estados de ansiedad que si no tenemos bajo control nuestras emociones y las circunstancias diarias muy probablemente desencadenen algún episodio de estrés o tensión. En ocasiones no nos percatamos de las deficiencias que nosotros mismos propiciamos en nuestro cuerpo y nuestro organismo, hasta que la tensión, el estrés, la histeria, aparecen como consecuencias directas de ciertas causas que pudieron haberse evitado.

Sabemos que existe un vínculo inquebrantable entre la relajación y la respiración; y es un hecho. Y si trabajamos y practicamos esas técnicas en nosotros mismos notaremos y veremos beneficios inmediatos. En las tres esferas de nuestro ser: Espiritual, Corporal y Mental. Sabemos que somos seres que viven, respiran y necesitan oxígeno para sobrevivir. La respiración debe ser una técnica innata bien aprendida y bien trabajada para lograr el equilibrio que buscamos y es posible encontrar. Un equilibrio integral, total, holístico.

El Yoga y otras técnicas milenarias aparecen como un paliativo y como una solución (dependiendo el grado de dedicación que se le dé) en este presente con sus conjuntos de tecnicas de control de la respiración (pranayama) y sus posturas (asanas) . A continuación se expondrán dos de las principales técnicas de respiración que han trascendido tiempo y espacio (miles de años y culturas) y que han demostrado tener beneficios a corto, mediano y largo plazo:

Respiración equitativa o Sama Vritti

Esta técnica consiste en inhalar durante 3 a 5 segundos por la nariz, exhalando igualmente durante 3 a 5 segundos. Es altamente recomendada para antes de dormir, ya que ayuda a relajarnos de manera integral y conciliar el sueño de manera infalible. Sería parecido a “contar ovejas” antes de dormir.

Respiración alternada por las fosas nasales o Nadi Shodhana

Los practicantes de Yoga le atribuyen a esta técnica múltiples beneficios y mejoras para el equilibrio corporal y mental. Consiste en taparnos una fosa nasal con el pulgar de la mano derecha e inhalar profundamente durante 4 a 6 segundos, sostener la respiración, destapar la fosa,tapar la opuesta y exhalar durante 4 a 6 segundos por la fosa destapada. Nuevamente inhalar por la fosa destapada y repetir el procedimiento durante el tiempo deseado. Se le atribuyen diversos beneficios entre los que destacan una excelente concentración y energización. No se recomienda su práctica antes de ir a descansar pues sus efectos son para dinamizar y traer de vuelta la vitalidad, logrando una “relajación enérgica”.

Si pudiéramos alegorizar las dos anteriores técnicas podríamos decir que la primera es como una “taza de leche caliente” antes de dormir y la segunda como una “taza de café al levantarte”. Si quieres ahondar más sobre técnicas de respiración, visita este enlace

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